La Clava es un arma mudéjar parecida a un cetro, pero el bastón se encuentra rematado en una esfera con pinchos. Podemos verla como un simbolismo del rey que se hace cargo de los asuntos de su dominio: el monarca que se baja del trono y decide hacer por sí mismo el trabajo de defender el reino.

Si naciste bajo este signo, esa es la mejor definición que puede existir de ti: alguien que no elude la responsabilidad y el trabajo, y usa sus habilidades y virtudes como una herramienta para transformar su entorno y la vida de los que ama.

Los Clava son grandes trabajadores, que se hacen dignos de sí mismos y de la vida por el gran empeño que ponen en cumplir con sus deberes. El trabajo es su mística y es su religión. Ello les hace, en ocasiones, olvidarse de sus afectos y de la atención de su hogar.

En el amor los Clava asedian y conquistas. Saben imponerse con esfuerzo y dedicación, y volverse indispensables. Eso sí: una vez que seducen y obtienen el sí, son posesivos y celosos. Fieles, pero demandantes, que no comparten a su pareja con amigos o familia.