La Honda nos remite a la historia de David contra Goliat, de los débiles contra los poderosos. Algo en lo que los árabes son expertos, pues la suya es una historia de resistencia. La Honda es el arma de los humildes: es sólo un cuero tratado, pero demuestra que el ingenio puede más que la fuerza bruta.

Si naciste bajo este signo eres una persona que toma los retos como vienen. No meditas la acción: la emprendes. Eres un agente del cambio que sabe improvisar, pero que no por ello es menos eficiente.

Eres defensor de lo natural, de las caras lavadas y los cuerpos sin subterfugios. Te gusta la gente como es, pero no por ello no dejas de darle ánimos para cambiar, para que sea mejor. Eres un líder nato, pero te resistes a tomar una posición de ventaja sobre la gente que quieres.

Prefieres la cooperación al mandato, y los contingentes a las personas que son obligadas a caminar en fila. Crees en la comunicación horizontal: de igual a igual.

Eso sí: no toleras el abuso ni a los abusones, y (como David) no temes salir al desierto para enfrentar a los gigantes.