Existía, para los azteca, una raza de perros sagrados, a la que se refiere este signo: los xoloitscuintle. Estos animales tenían la capacidad de ser guías entre el mundo de los vivos y el inframundo, y entre los diversos planos de realidad en la que los mexica creían que se dividía la existencia. Estos perros eran los encargados por los dioses de llevar las almas de los hombres para que no se perdieran en el camino.

Si naciste en los días que corresponden a este signo, entonces eres un maestro nato, un guía de almas y de mentes, que ayuda a cada uno a encontrarse a sí mismo, y con su verdadero potencial. Sea en el aula o en un templo, tienes el don de hacer que tus alumnos y seguidores abran los ojos para ver el mundo tal cual es, Y poner manos a la obra para modificarlo.

Eres un capitán que nunca abandona el barco, ni dice que no a un naufrago. Sabes que tu deber es hacer cuanto puedes por cambiar vidas y destinos. Y nunca haces a un lado ese deber.

Tu mayor debilidad es que a veces guiar a otros te hace olvidarte de la necesidad de que encuentres tu propio camino.