(Marzo 21 al 19 de abril)
El Halcón es en el imaginario nativo americano el indiscutible Rey de los Cielos. Por su estampa, por lo letal de sus ataques, por el impresionante alcance de su mirada. Es un símbolo de la realeza y de la unión del hombre con la naturaleza, pues las tribus usaban halcones en su cetrería.

¿Qué puedes aprender del Halcón, si es tu tótem natal?
El Halcón, decían los indios, es tan poderoso en su vuelo que puede ir al Fin del Mundo y volver en un pestañeo. Y la clave de su éxito como cazador es su perseverancia.

Tu gran baza como persona es la fuerza de tu ambición. Esas alas que majestuosamente puede remontar cualquier obstáculo. Ante cualquier signo de flaqueza, de hambre, de desaliento, recuerda: ante cualquier caída, siempre puedes volar.

A esa fuerza natural debes sumar tu voluntad, una tan incansable como la del Halcón. Las oportunidades son como conejos ocultos en la nieve. Sólo el ojo entrenado y paciente puede detectarlos, y realizar el descenso preciso.

Ante el fracaso, el Halcón remonta. Tu lugar está en los cielos, el lugar desde el que todos los laberintos y los enigmas tienen solución.