(22 de agosto al 21 de septiembre)
Entre los animales, el Oso era el más respetado por los nativo americanos, que veían en esta criatura un ejemplo de fuerza y entereza, de poder y majestuosidad. Creían que el Oso era el gran consejero de las bestias del bosque.

¿Qué puedes aprender del Oso, si es tu tótem natal?
Eres una persona que no se puede alejar de ciertas comodidades, de hibernar en el crudo invierno, pero a cambio de ello trabajas al tope el resto del año. La primera enseñanza que debes tomar del Oso es que sólo somos productivos si nos somos fieles a nosotros mismo. Fuera de las veleidades del mundo, el único juicio a tomar en cuenta es el de nosotros mismos.

La segunda es aquellos que el Oso en los tiempos de adversidad: guardarse, dormitar, reunir energías. Hibernar no es perder el tiempo. Necesitamos esos espacios fuera para curarnos de las heridas, ahorrar, reunir fuerzas… Hibernar es una estrategia para sobrevivir.

El Oso, además, es un escucha atento, que resuelve las necesidades de su familia como el gran cazador que es. Pero no se olvida de ser solidario, y de defender, con su gran fuerza, lo que es justo.