(Agosto a septiembre)
Los nativos de este signo son pasionales y competitivos, y dan gran valor al cuerpo y a su salud. Se la viven en el gimnasio y ante el espejo. No temen a la vanidad, pues saben que cada uno debe sentirse orgulloso de lo que posee. Son, pues, como el escorpión: solitarios, poderosos, territoriales… Y para aquellos que los contemplan son hermosos y letales, con esa belleza de las cosas que nos envenenan, pero son irresistibles.

Si naciste bajo este signo eres una persona individualista y competitiva, que pone por encima de todo al éxito profesional y material. Algo que no está mal, pues inviertes esos beneficios en el bienestar de las personas que amas. Para ti el amor sólo sobrevive en la abundancia y en la seguridad.

Esto no quiere decir que no seas un ser espiritual, que no creas en la relevancia de lo divino, ni en la necesidad de una guía luminosa, pero sabes que en la urgencia y el hambre no hay sabiduría que puede cultivarse.

Tienes en tu contra que pones demasiado énfasis en el valor de las cosas, y no siempre en la gente que, al parecer, no tiene valor, pues no produce.