Tauro
El hada del signo de Tauro: Princesa Viviana
Los nativos de Tauro son los más fieles y dedicados del zodiaco. Y no sólo hablamos del amor, si no de todas las esferas de la vida. Se apegan a un código y lo siguen al pie de la letra. No se conforman con las medianías y se demandan hasta quedar exhaustos y vacíos. No saben detenerse, como un furioso toro que defiende lo suyo. Son devotos y entregados, y nacen para amar una vez... Y eso les es suficiente.
Los nativos del signo del toro están bajo la protección de un hada que cree en la magia, pero la que produce el trabajo paciente, la entereza y la fidelidad. Un hada que sabe de los méritos de aquellos que parecen humildes pero que llevan dentro de sí la pasión y la creatividad de los trabajadores más entusiastas. Esta hada es Viviana, princesa de los gnomos.
La Princesa Viviana es un hada que reina sobre los mineros más osados: los gnomos, que van al corazón mismo de la tierra para arrancarle su mayor bien. Los diamantes son, al mismo tiempo, uno de los mayores dones espirituales que existen. Representa lo que se consigue tras siglos y siglos de ininterrumpida tarea: convertir al carbón en la más preciada gema.
De esta manera opera el indomable espíritu de los Tauro: se forja con las presiones y el trabajo, con las duras condiciones de la vida y de los afanes cotidianos. El diamante dentro del corazón de Tauro es fruto de sus incansables labores.
Tauro puede contar con la Princesa Viviana cuando se sienta rebasado por los deberes, cuando las responsabilidades estén a punto de hacerlo caer. Para recuperar fuerzas, puede llamar a la reina de los gnomos de esta manera:
“Princesa Viviana, tuyos son los brillos secretos que yacen en las rocas, tuya es la luz que destella en las paredes de las minas y de las cavernas, tuya es la luz que brota del diamante en las profundidades de la montaña y en la perla en lo más hondo del mar. Usa esa luz para socorrerme en este momento donde me siento abandonado en lo más precario de la expedición. Dame la fuerza y las herramientas para abrirme camino hacia la superficie y el día”.
De hacerlo de esta manera, se recibirán las cosas pedidas.
A la Princesa Viviana se le atrae con tierra y sales, acomodado en pequeños montones en un plato; con gemas dejadas sobre el antepecho de una ventana y espejos de agua donde yazcan conchas nacaradas, piedras de río y delicados cuarzos. Los espejos con una vela blanca encendida frente a ellos también son muy efectivos.